Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.
La intranquilidad por la forma en la que la gestión del intendente Carlos Arroyo viene administrando los recursos presupuestarios del municipio está invadiendo el ánimo de varios funcionarios, los cuales temen pasar los próximos años teniendo que dar explicaciones ante el Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires. De hecho parece que ni el intendente Carlos Arroyo está al margen de esa inquietud. Aunque no lo diga públicamente, hay quienes aseguran haberlo notado algo inquieto por los dolores de cabeza que ya le estarían causando algunas decisiones de su secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle. Entre los allegados al jefe comunal hubo quienes dejaron trascender su preocupación porque “durante el resto de su vida” el ahora intendente pueda afrontar observaciones, cargos y multas del Tribunal de Cuentas a causa de las “desprolijidades” que abundan en el manejo de la economía municipal.
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Por ahora, Arroyo parece darse por satisfecho con que Mourelle haya establecido como prioridad cumplir con el pago de los sueldos y del servicio de recolección de residuos en término y evitar los conflictos sindicales que solían sacudir a Mar del Plata al principio de cada mes. Pero la contracara de esa realidad la representa lo que estaría ocurriendo con otras partidas presupuestarias -algunas de ellas constituidas por fondos afectados- a las cuales se les estaría echando mano para sobrellevar el día a día. Las maniobras requeridas para cubrir los baches económicos exigen muchas veces de la firma de funcionarios, incluida la del intendente, cada vez menos predispuestos a convalidar ciertas decisiones.
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Los que ya advirtieron sobre su incomodidad por quedar expuestos a reclamos administrativos y eventualmente legales fueron el contador de la administración central y los contadores de los entes descentralizados, quienes no se explican por qué razón ni con qué propósito el gobierno local nunca promovió la aprobación de la ordenanza complementaria del presupuesto 2018. Según dijeron, sin esa norma -que entre otras cosas fija las remuneraciones y las bonificaciones del personal- no tienen ninguna referencia legal en la cual basarse para realizar las liquidaciones de haberes. Por eso ya avisaron que su obligación es la de actuar en función de lo que establece la Ley Orgánica de las Municipalidades, la cual les exige “imputarle a la persona del intendente” todos los gastos que se realicen en insistencia y que “infrinjan disposiciones constitucionales, legales de ordenanzas o reglamentarias”.
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En el marco de los resquemores que expresan los funcionarios de ley, en las últimas horas quedó más que expuesta la tensión que existe entre Mourelle y el contador general de la Municipalidad, Guillermo Costanzo. Esta vez la polémica entre ambos giró en torno a la imperiosa necesidad del gobierno para que el Concejo Deliberante avale un nuevo convenio que permita que la comuna acceda a un subsidio por hasta 150 millones de pesos para financiar las tareas de remediación, ampliación, mejora y operación que el Ceamse deberá realizar en el predio de disposición final de residuos. Ante un requerimiento de los concejales, Constanzo hizo observaciones acerca de la viabilidad económica de ese acuerdo, lo que mereció una destemplada respuesta por escrito de parte de Mourelle, a quien parece, no le interesa disimular lo mal que se lleva, también, con el contador.
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Mal y pronto, en la nota que le remitió este martes a la comisión de Hacienda del Concejo, Mourelle dejó en claro su disgusto porque el contador, cumpliendo con la que todo indica es su función, haya opinado. “En su informe” dijo el secretario en relación al dictamen de Constanzo, este “denota opinión de carácter político al inmiscuirse en decisiones de carácter presupuestario y de previsión y asignación de fondos que claramente le compete al Ejecutivo municipal”. Lo que tanto parece haber enojado al secretario es que el contador expresara sus dudas sobre cómo la Municipalidad hará para financiar las obras y la tarea de operación del predio de residuos, siendo que los cálculos para determinar el precio que se le pagará al Ceamse fueron realizados hace varios meses, cuando el dólar valía la mitad de lo que cotiza actualmente.
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Aunque sorprendidos con el tenor del reproche de Mourelle, los concejales intentaron este martes no darle demasiado realce a la pelea, ya que hubo quienes la interpretaron como un intento del secretario por desviar el foco de atención. “No nos interesa saber si el secretario se lleva mal con el contador. Lo que necesitamos saber, concretamente, es cuánto va a costar el convenio con el Ceamse”, señaló la concejal de Unidad Ciudadana, Virginia Sívori. En definitiva se trata de saber qué valor tendrán las obras que deberán hacerse para remediar los desmanejos cometidos en el lugar por la gestión del intendente Carlos Arroyo.
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¿Y qué observaciones realizó el contador? Fueron varias, pero la principal se relacionó con que la suma de $147.300.957,02 que la Provincia se comprometió a enviar como subsidio, tras decidir intervenir en la política de disposición final de residuos de Mar del Plata, fue determinada “el 1 de mayo de 2018” con “base a febrero” del mismo año. Para el contador, teniendo en cuenta el contexto inflacionario, ese valor se encuentra “desactualizado” por lo que es “altamente probable” que el costo final exceda ampliamente el financiamiento provincial. Así, la duda sobre el interrogante expresado por el contador sobrevoló durante todo el debate que se desarrolló en la comisión Hacienda. “Queremos saber cuál es el valor, a hoy, del convenio con el Ceamse” fue el reclamo de la concejal Sívori ante los miembros del oficialismo quienes, sin dar respuesta a esa pregunta, creyeron conveniente aprobar el convenio.
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La semana en la Cámara de Diputados de la Nación arrancó movidita. Este lunes presentaron el Presupuesto 2019 y la diputada Fernanda Raverta está muy atenta a lo que pueda llegar para Mar del Plata y Batán. Las obras prometidas siguen siendo una gran incertidumbre y en ese marco también apareció el tema del predio de residuos, ya que parte de los trabajos previstos, se dijo, se financiarían con el fondo sojero. Para Raverta, la eliminación de ese fondo por parte del Gobierno nacional “nos va a dejar, una vez más, con las obras a mitad de camino”.
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El pedido de repudio a las declaraciones de Elisa Carrió sobre que el ex presidente Raúl Alfonsín había participado de un golpe a Fernando De la Rúa abrió una fuerte grieta interna en el bloque de concejales Cambiemos. La batalla además de cara a cara se dio en el grupo de Whatsapp que los concejales del bloque armaron para estar comunicados. El primero que disparó su bronca fue Mario Rodríguez, autor de la iniciativa que finalmente fue aprobada. Palabras más, palabras menos, manifestó su malestar porque desde el PRO trataran de golpista “al padre de la democracia”. Y dejó en claro que no podía permitirlo.
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Al cruce le salió enseguida el concejal del Pro Guillermo Volponi. Resaltó los temas en que Mario Rodríguez opinaba en contra de la gestión del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora María Eugenia Vidal. Después del intercambio, todo implosionó. Cristina Coria y Mario Rodríguez salieron del grupo de Whatsapp enojados por la situación. Volponi bromeó para buscar la complicidad del resto de los integrantes del grupo: “Lo hice por todos ustedes”, escribió. Nadie se río.
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Más allá de las diferencias internas, Volponi también tuvo fuertes cruces por la designación de Carlos López Silva al frente del Ente Municipal de Deportes (Emder). Y la sesión terminó en escándalo. Tras los reclamos de un sector de la oposición por la falta de debate para avanzar en la confirmación en el cargo del nuevo titular del ente de deportes, Guillermo Arroyo intentó esgrimir en la sesión un reducido argumento que no convenció a nadie. En ese momento, Volponi tomó la palabra para corregirlo y completar los laureles que justificarían a López Silva al frente del ente. En ese contexto, criticó a gestiones anteriores como la de Horacio Taccone.
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Allí fue cuando el concejal Ariel Ciano tomó la palabra y se dedicó a hacer un minucioso repaso por los ex funcionarios y la manera en la que se administra un ente, muy diferente “a la que un CEO comanda una empresa”. El concejal del Frente Renovador elogió las gestiones de Juan Carlos “Cacho” Derosa, Federico Maidana y destacó sobre todo el paso por la institución de Horacio Taccone. Luego anticipó su voto negativo, en coincidencia con el resto de la oposición. Pero la poca lectura política a veces no tiene límites y pese a la oportunidad dada para que el pliego vuelva a comisiones y sea tratado como corresponde, los concejales de Cambiemos decidieron avanzar nombrando a López Silva al frente del Emder con sólo 11 votos a favor de un total de 24, ya que incluso Mario Rodríguez votó en contra.